El cannabis tiene muchos datos bastante interesantes, y es que la lucha que se dio durante décadas para prevenir su consumo ha causado una ola de prejuicios que han impedido su estudio adecuado. No obstante, los tiempos han cambiado, y en la actualidad, se han hecho múltiples estudios a esta planta y muchas de sus variantes con el fin de determinar algunas de sus características.
Entre tantos datos que se han logrado extraer a raíz de los estudios, uno de los más intrigantes tiene que ver con un hecho que, a simple vista, parece tomado de los cabellos, y es que el cuerpo humano produce cannabinoides de manera natural, de hecho, son secretados con el fin de controlar diversas funciones corporales.

El compuesto de esta familia que más abunda en el cuerpo es el endocannabinoide, que es generado en neuronas específicas dentro del cerebro y se transmiten por medio de la sangre hacia partes determinadas, en total, hay dos endocannabinoides: CB1 y CB2, los cuales pueden presentarse solos o juntos para regular funciones del cuerpo.
Por ejemplo, el CB1 es usado en el cerebro, pulmones, sistema vascular y gastrointestinal, así como en los órganos reproductivos, mientras que el CB2 es empleado por el cerebro en el bazo, los huesos y la piel, en conjunto, ambos endocannabinoides se utilizan, en conjunto, en el sistema inmune, el hígado, la médula ósea y el páncreas.
En síntesis, el cuerpo produce su propio cannabis para funcionar, y esto ha dejado de ser un secreto cuando múltiples estudios lo han demostrado.
Endocannabinoides en la leche materna: Curioso, ¿verdad?
Un hecho demostrado es que entre tantos usos que tienen los endocannabinoides en el cuerpo, y dado que se transportan en la sangre, algunos de ellos terminan en las glándulas mamarias de las mujeres, por ende, al lactar, estos compuestos se presentan en la leche materna, solo que en una cantidad mucho menor que, por ejemplo, en un cigarrillo de cannabis.
Según análisis hechos a la leche materna de mujeres sanas, existe una proporción muy baja de endocannabinoides en este producto, lógicamente, estos no causan ningún efecto en los bebés que la consumen, puesto que el endocannabinoide no produce alucinaciones, y además, tiene que pasar directamente a los nervios que tengan receptores específicos de este compuesto para poder hacer efecto, y debe ser una cantidad suficiente que solamente se encuentra en la sangre cuando el cerebro da la orden de regular algunas funciones.
En un todo, se puede decir que la leche materna tiene cannabinoides al igual que el Cannabis mismo, con la diferencia notable de que el primero los tiene en una concentración muchísimo más baja que la segunda, lo cual les permite actuar solo con efectos específicos y no psicodélicos, al contrario de lo que pasa con las hojas de la planta en específico.
En todo caso, es una curiosidad bastante particular el que nuestro cuerpo produzca algunos de los componentes que el Cannabis tiene, lo cual ha abierto las puertas al estudio de su uso con fines medicinales.
0 comentarios